Acayotl
Historia e Imágenes de Acayucan. Twitter: RubIvanovich
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BIENVENIDO.
Bienvenido a mi Blog, en este espacio encontrarás datos e imágenes de invaluable valor histórico de la ciudad de Acayucan, Veracruz. Así como temas que considero son del interés general. Te invito a que expongas ante la opinión pública, narraciones y/o gráficas de sucesos políticos y sociales que enriquezcan nuestra historia local.
Iván Bibiano Landero.
lunes, 28 de diciembre de 2015
sábado, 5 de septiembre de 2015
Los Xochimilcas - Danzón Acayucan -
Danzón "Acayucan"
Compositor y arreglista: Macario Luna.
Género musical: Danzón, la melodía fue diseñada para ser interpretada por una Orquesta, y por su ritmo y cadencia la pareja que la ejecuta debe hacerlo con sensualidad, también se interpreta con otros géneros y ritmos: mambo, chachachá, marimba y tropical-bolero.
Intérpretes: Grupo musical "Los Vázquez", Orquesta-Danzonera "Emilio B. Rosado", Arturo Núñez y su Orquesta Danzonera, Banda "Ayuuk" (Oaxaca),Marimba tropical "Hnos. Castillo", Mike y su Corazón (tropical), La Companía Musical de México (Guanajuato), Marimba Águilas de Chiapas, Marimba Chiapas, Danzonera Chamaco Aguilar, Marimba "Maderas de mi Tierra" (Guatemala), Banda Orquesta "Santa Cruz" (Oaxaca), Marimba Fuerza Tropical, Orquesta Sol y Mar (Tlaxcala), Grupo Trigo Verde "La Rebelión de la Música Tropical en México", Danzonera "La Playa", Grupo "Tlen Huicani", Internacional Chimino y la Orq. "Zacatepec" (Puebla), Sonora "Acayucan", entre otros grupos musicales.
Vals "Acayucan"
Compositor y arreglista: Plutarco J. Barreiro Pavón.
Género: Vals.
El maestro de música Plutarco Joaquín Barreiro Pavón nació en la ciudad de Acayucan, Estado de Veracruz, estar privado del sentido de la vista no le impidió dar clases de música, fue arreglista y compositor. A la creación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en el año 1943, el maestro Barreiro Pavón dirigió la Orquesta de Prestaciones Sociales. También realizó recopilaciones y arreglos musicales para diversos grupos dancísticos del Conjunto Folklórico Mexicano del IMSS, “…. un programa más en el que participó el IMSS fue el organizado con motivo de las XIX olimpiadas de 1968. La sede del campeonato mundial de la juventud fue el Centro Vacacional Oaxtepec del IMSS y el 8 de octubre de 1968 el IMSS participó con un ballet de masas. El doctor Morones Prieto, presidió la ceremonia a la que asistieron alrededor de 5000 mil personas, en el presídium lo acompañaba Aurora Arrayales, jefa de los Servicios de Prestaciones Sociales del IMSS. La ceremonia se abrió con un desfile de las delegaciones participantes. Concurrieron jóvenes de 42 países quienes vistieron sus trajes típicos nacionales. El contingente fue encabezado por los jóvenes de Japón y de la República de Alemania. Durante la ceremonia en las tribunas había “gente de la capital, habitantes del poblado de Oaxtepec, turistas de varias partes del mundo”. El ballet programado para presentarse fue el Huitzilopochtli y el coro que entonó el Himno Olímpico fue el del IMSS. El arreglo musical fue de Plutarco J. Barreiro, lo interpretó la Banda Sinfónica de Marina, la cantante fue Alicia García Bolaños y la dirección del conjunto coral estuvo a cargo de Alarií Valle. Los orientadores de actividades artísticas (danza y coros) que participaron fueron: Jaime Cisneros, Federico Vidales, Benjamín Gutiérrez, Silvio Aguilar, José Luis Guevara, Rafael Morones, Quetina Izaguirre, Ofelia González, Consuelo Utrera, Oliva Pérez, Ma. De Jesús Pardavell, Guillermina Islas, Eva Robledo, Aurora Rodríguez, Otila Cuesta, Ernesto Rubio, Libertha Estrella, Alarií Valle, Justina Rojas, Alberto Alba, José del Águila F, Alirio Campos, Consuelo Campos, Gloria Villegas, Estalino Saavedra, María Palomar y la dirección dancística estuvo a cargo de Rodolfo Múzquiz….”.
Entre otras composiciones, el maestro Barreiro compuso el Himno de la Escuela Militar de Enfermeras de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), a solicitud del entonces Director de la Institución castrense, Coronel Médico Cirujano José González Varela, la partitura se interpretó por primera vez el 21 de marzo de 1955, bajo la dirección de la Maestra ALICIA DEL CAMPO, con el fin de conmemorar el XVII aniversario de la Escuela y la "Ceremonia de imposición de cofias" a las alumnas de primer año. Dicho acto se llevó a cabo en el aula de este grupo que era también aula magna, ubicada en el 6/o. Piso 1/a. Sección del Hospital Central Militar. A esta ceremonia asistió como invitado especial el Ciudadano Licenciado ADOLFO LÓPEZ MATEOS, quien fungió como Ministro de Trabajo y Previsión Social, amigo personal del Coronel Varela.
Vals "Acayucan"
Letra:
Acayucan, palabra de
ensueño
que traes a mi mente
recuerdos de ayer,
he venido de nuevo a tu
suelo
trayendo en mis notas un
tierno cantar.
En tus huertos que son
maravilla
quisiera un instante
ponerme a soñar,
al amparo de tus cafetales,
de tus naranjales que
huelen a azahar.
Es tu brisa perfumada,
es tu clima tropical,
tus mujeres son dulzura
y en sus labios hay miel de
panal.
Acayucan, palabra de
ensueño.
Himno de la Escuela Militar de Enfermeras.
Autor: Plutarco J. Barreiro Pavón.
Letra:
Enfermera valerosa
cumple siempre con empeño
tu misión
en la lucha no desmayes
en la hora de la prueba ten
valor.
El trabajo sea tu lema
en tu vida ten por norma la
virtud
al que sufre da consuelo
eres símbolo de bien y
abnegación.
La Escuela será tu guía
por la senda de la luz y
del saber
el médico será tu compañero
a su lado contra el mal haz
de luchar.
Ejemplo darás doquiera
de disciplina y honor
serás fiel a tu Bandera
y la Patria te lo premiará.
Si la guerra te reclama
ve confiada nada temas en
la lid
los clarines que te llaman
pregonando están la gloria
para ti.
Enfermera se valiente
al herido cuida siempre con
amor
si la muerte te sorprende
tu
deber sabrás cumplir con la Nación.
Fuente:
SECRETARÍA DE LA DEFENSA NACIONAL.(SEDENA).
REVISTA ELECTRÓNICA "DIÁLOGOS EDUCATIVOS". VOL.14, AÑO 2014. DRA. ROXANA GUADALUPE RAMOS VILLALOBOS. CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN DOCUMENTACIÓN E INFORMACIÓN DE LA DANZA "JOSÉ LIMÓN" DEL INSTITUTO NACIONAL DE BELLAS ARTES. (Cenidi-danza José Limón del INBA).
BLOG: La vida de algun@s Muzquiz y sus conyuges, son novelas que fueron ... (http://ranchoflorido.blogspot.mx/2010/06/miguel-muzquiz-cantu-1930-2010.html).
domingo, 2 de agosto de 2015
El cirilismo.
Frente al activismo político de Cirilo Vázquez Lagunes:
"Dentro de la Ley, todo; Fuera de la Ley, nada". FGB.
En el año 1980 irrumpe en el escenario político de
la región Cirilo Vázquez Lagunes, disputándole el control político y económico
de la zona Sur al gobernador alemanista Agustín Acosta Lagunes (1980-1986) a través de una
impresionante campaña de obra pública. A Cirilo –cuya procedencia de su riqueza
era desconocida- se le vinculaba con poderosos grupos de poder, también con el
influyente y gobiernista periodista José Luis Mejías autor de la columna
Los Intocables y que se publicaba en
el otrora poderoso periódico capitalino Excélsior,
además de que contaba con la protección de militares y policías federales.
Era
la época del capo Rafael Caro Quintero, joven narcotraficante que sobresalió en el
sexenio de José López Portillo y quien contaba con la protección de la CIA y de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), dependiente de la Secretaría de Gobernación. A su llegada, el alteño Cirilo Vázquez se hizo del
control de la Unión de Crédito Rural del Golfo (BANCRUGO) con sede en el Puerto de Veracruz, de la Unión Ganadera
Regional del Sur de Veracruz (UGRSV) con sede en Coatzacoalcos, del molino de
Arroz “Javier Rojo Gómez” de Acayucan -inyectándole recursos económicos ya que
había quebrado en el año 1978 por una deuda cercana a los seis millones de
pesos- y del periódico porteño El Diario
de Sotavento. Desde su residencia de El
Mangal, municipio de Oluta, Veracruz, Vázquez Lagunes promovía y financiaba las campañas políticas de los candidatos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencias municipales de la región, además de costear
en su totalidad, la construcción de escuelas, capillas, puentes, clínicas
rurales, y rehabilitación de caminos en comunidades no solo de la región, sino
en varias partes del estado. En esa época, era común escuchar en Veracruz `El gobierno del estado y Cirilo Vázquez
construyen´. Contaba con un impresionante sistema de seguridad compuesto de
decenas de hombres fuertemente armados. El gobernador Acosta Lagunes trataba de
contrarrestar la injerencia de Cirilo en los asuntos políticos a través del
cuerpo policial Columna Volante después llamada Seguridad Pública. Agustín
Acosta Lagunes fue un gobernador débil y más que gobernar, administró la
entidad, opacada su administración, compartió el poder con Cirilo Vázquez
Lagunes en el Sur, Toribio Gargallo Peralta El
Toro en el Norte y Felipe Lagunes Castillo El indio en el Centro del estado. Fue muy comentado por la prensa
estatal y nacional el atentado que sufriera Cirilo Vázquez en marzo de 1986 por
elementos de la Policía Federal de Caminos en la carretera Costera del Golfo
-entre Jáltipan y Texistepec- y en donde perdiera la vida Fernando López Bouzas
quien fuera hijo del ex gobernador Fernando López Arias. Poco se supo de otro
atentado que sufriera meses atrás en “El Mangal” y del que se salvara gracias a
que al sicario se le encasquillara el cartucho cuando lo tenía en la mira y que
para obligarlo a decir quien lo había mandado asesinar, el intruso fue echado a
una leona que tenía Cirilo en su residencia de “El Mangal”. El activismo
político y social desplegado por Cirilo Vázquez en varios municipios delo sur del estado, irritaba a los grupos
políticos tradicionales de Acayucan y la región. El desaire al capitán Fernando
Gutiérrez Barrios, entonces candidato del PRI a la gubernatura, aunado a los
excesos de los grupos armados bajo las órdenes de Cirilo, fueron motivo para que Fernando Gutiérrez Barrios ya gobernador (1986-1988) y haciendo uso del ejército lo pusiera fuera de
circulación, el domingo 22 de febrero de 1987, El hombre fuerte del Sur es detenido junto con doce personas más por los delitos
de “portación y acopio de armas reservadas para el uso del Ejército” y
trasladado a las instalaciones militares de Tuxtepec, Oaxaca, después al
cuartel de la XXVI Zona Militar del Puerto de Veracruz. Fue internado en el Centro Penitenciario
“Allende” del Puerto de Veracruz y después obligado por el propio gobernador a
exiliarse en la ciudad de Puebla, Pue. Entre las personas de su confianza se
encontraban Floriberto Santibáñez Gaona, José Luis Mortera Hernández, Carlos Velasco
Jara, Valentín Domínguez Molina, Alfredo Valenzuela Calderón, Pablo Tadeo Cruz, Raymundo
Pérez Acosta, Víctor López Nassar, Felipe Alafita Hipólito, Humberto Flores
Flores, Domingo Gutiérrez Vela, Benjamín Serrano Garnica, René Montero
Fernández, Amadeo de Gante López, Ana López Sánchez, entre otros.
Negociador nato, Cirilo Vázquez vuelve a incursionar en actividades políticas en el año 1999, se enfrentó al entonces gobernador Miguel Alemán velasco (1998-2004) y con su sucesor Fidel Herrera Beltrán (2004-2010) luego de negociar con éstos y obtener prebendas políticas, muere ejecutado en la ciudad de Acayucan, Veracruz, el 16 de noviembre del año 2006.
Artículo completo y más fotografías en la segunda edición del libro "ACAYUCAN. RETRATO DEL PODER; Imágenes del pasado".
1981. Cirilo Vázquez Lagunes y campesinos de la región. Acayucan, Ver. |
viernes, 10 de abril de 2015
Fotos (2).
1° de septiembre de 1949. Hospital Civil "Gral. Miguel Alemán", recién construido por la Comisión Ejecutiva del Papaloapan. Calle Ocampo. Acayucan, Ver. |
viernes, 27 de febrero de 2015
El Siervo de la Nación.
José María Morelos y Pavón.
Nació en Valladolid –Hoy Morelia- el
30 de septiembre de 1765, sus padres fueron don Manuel Morelos, que era
carpintero y doña Juana Pavón. Murió fusilado en San Cristóbal Ecatepec, Estado
de México, el 22 de diciembre de 1815.
A la edad de treinta años, Morelos
dejó la vida de arriero para entrar en calidad de capense –seminarista que
tenía que usar una capa negra- al colegio de San Nicolás en Valladolid, del que
era rector Don Miguel Hidalgo. Ordenado de presbítero se le confiaron los
curatos de Churumuco y Huacana, y después presentándose a concurso, fue
nombrado en propiedad cura y juez eclesiástico de Carácuaro y Nucupétaro
–región de Tierra Caliente de Michoacán-.
Siendo cura de Carácuaro se entera
que su antiguo rector y los principales jefes del ejército independiente se
habían detenido en una humilde casa de San Miguel Charo, Michoacán, ahí se presentó ante Hidalgo para que lo
admitiera en las filas de los insurgentes; Hidalgo y Allende le extendieron un
documento que elaboró el secretario José María Chico y Linares, que decía: “Por
el presente comisiono en toda forma a mi lugarteniente el Br. D. José María
Morelos, cura de Carácuaro, para que en la Costa del Sur levante tropas
procediendo con arreglo a las instrucciones verbales que le he comunicado”. Con
el documento y sin solicitar recursos de ninguna especie se dirigió a propagar
la revolución, fundándose en la justicia de la causa. Acompañando de un criado,
dos trabucos y una escopeta de dos tiros se lanzó el cura a desafiar a los
elementos que por espacio de muchos años había aglomerado el gobierno colonial.
En Carácuaro armó un ejército formado por veinticinco hombres a quienes armó
con lanzas. En Petatlán sorprendió la casa del capitán de milicias, haciéndose
de fusiles, ahí se le juntaron más de cien hombres. El cura Manuel Abad y
Queipo, obispo de Valladolid, había ya excomulgado a Hidalgo y a todo aquel que
se uniera y simpatizara con el movimiento de Independencia. En poco tiempo se
hizo de un ejército de más de tres mil hombres y vino a ser el principal
eslabón en la guerra de independencia, cuando la ambición nulificó a Rayón.
Rayón presidió la Junta de Zitácuaro y se nombró vocal a Morelos, éste
desconoció esa Junta ya que Rayón actuaba como representante del rey Fernando
VII.
Morelos nombró al cura Mariano
Matamoros y a Nicolás Bravo tenientes de su ejército, mandaba quemar los
pueblos que servían al ejército realista y fusilaba a los traidores, mandaba
sacar de los conventos el oro y bienes que pertenecía a los españoles y lo
destinaba para gastos del ejército, en una ocasión se ordenó fusilar a un
capitán de apellido Melgar y a un joven veracruzano apellidado Santa María, por
haberse pasado a los realistas cuando habían prometido ser de los insurgentes;
en vísperas de casarse este joven, presentó su novia un memorial a Morelos
pidiendo la vida del preso, pero el caudillo puso fríamente al calce del
escrito : “escoja otro novio más decente”.
En agosto de 1813 en Chilpancingo, tituló
Congreso a la Junta de Zitácuaro ante las rencillas que existían entre Rayón,
Sixto Verduzco y José María Liceaga, expidiendo formal convocatoria procurando
formar un gobierno que fuera generalmente reconocido. El 13 de septiembre de
1813, ante los miembros de la antigua Junta y los electores de Tecpam fueron
reunidos en la parroquia del pueblo, ahí el caudillo Morelos hizo leer por su
secretario Juan Nepomuceno Rosains un documento titulado “Sentimientos de la
Nación”, en el cual expuso sus opiniones sobre el sistema que convendría
adoptar y marcha que había de seguir el Congreso recién constituido; quería que
desde luego se declarase que la América era libre e independiente de España y
de toda otra nación, gobierno o monarquía, dando al mundo las razones; la
religión católica había de ser la única sin tolerancia de otra, sustentándose
los ministros con la totalidad de los diezmos, pagando el pueblo tan solo las
obvenciones que fueran de su devoción y ofrenda. En política estableció que la
soberanía dimanaba inmediatamente del pueblo, el cual quería depositarla en sus
representantes, dividiendo su ejercicio en tres ramos; legislativo, ejecutivo y
judicial; cuatro años durarían los diputados en sus puestos. No admitía
privilegios en cuanto a las leyes generales, y abolía la esclavitud para
siempre, así como la diferencia de castas; la propiedad debía ser respetada y
el domicilio inviolable; no se había de admitir la tortura, ni dejar
subsistentes la alcabala, debían ser confiscados los bienes a los españoles, que
debían ser lanzados del país, y no olvidó establecer como ley constitucional la
celebración del 12 de Diciembre como consagrado la Virgen de Guadalupe y la
solemnización del 16 de septiembre (Grito de Dolores). También fue leída la
lista de Diputados (José María Coss por la provincia de Veracruz). Morelos
proclamó la República, el 15 de septiembre se reunió el Congreso para nombrar
capitán general, recayendo el nombramiento en Morelos, cargo que rechazó
alegando ineptitud, el pueblo reunido aclamaba a Morelos y exigió que se le
obligara a aceptar el puesto, el caudillo pidió retirarse por dos horas a la
sacristía de la iglesia y entre tanto el Congreso resolvió que no era admisible
la renuncia y reconoció a Morelos como primer Jefe del ejército y depositario
del poder ejecutivo de la administración pública, quedando así nombrado primer
presidente. Morelos aceptó con condiciones: Que si venían tropas extranjeras
nos e habían de acercar al lugar donde residía el Congreso; que por su
fallecimiento había de tener el mando de jefe de mayor graduación; que el
Congreso no le debía negar recursos y auxilios sin exceptuar a clase alguna del
servicio militar. Prestó el juramento de defender la religión, la pureza de
María Santísima, los derechos de la nación americana, y desempeñar lo mejor que
pudiera el empleo que ésta se había servido conferirle. El Congreso le dio el
título de Alteza que no quiso admitir, dándose él mismo el de “Siervo de la
Nación”. Después de ese acto hizo el Congreso la declaración de independencia.
La declaración de independencia daba color a la revolución, que desde el
principio había dado por sentado que se trataba de separar la colonia de la
madre patria, cuyo pensamiento era el de todos los mexicanos. El documento en
el que se decretó la independencia fue redactado por Carlos María Bustamante,
Diputado por México. Morelos salió de Chilpancingo el 7 de Noviembre para
instalar el Congreso en Valladolid, no fue posible debido a la estrategia
empleada por Agustín de Iturbide, quien estaba al mando de los realistas. De
ahí en adelante ya no contó Morelos sino desdichas y nada pudo contener su
ruina. El Congreso huyó de Chilpancingo, su segundo al mando Mariano Matamoros
cayó preso y fue fusilado el 3 de febrero de 1914, nombrando a Rosains como
sustituto de Matamoros, nombramiento que fue mal recibido por los otros jefes,
aflorando las antiguas rencillas entre los miembros del Congreso, quienes
mostrando desdén hacia el vencido, despojó a Morelos del ejercicio el poder
ejecutivo, pero el Congreso le dejó el mando militar, despojándole del civil.
Rosains fue derrotado y el Congreso tuvo que dejar a Tlacotepec en donde estaba
guarecido. El 23 de febrero se dispersó el Congreso, Morelos no pudo defenderlo
al frente de tan solo trecientos sesenta hombres, la mayoría desarmados.
Galeana que se encontraba en la plaza de Acapulco poco pudo hacer por ayudarle
y sin Matamoros, ya nada podía hacer Morelos, que regresó con un reducido
número de seguidores, refugiándose en Petatlán y luego en Zacatula, en cuyos
lugares mandó matar a todos los españoles prisioneros siguiendo el uso bárbaro
de sus enemigos de hacer la guerra a muerte con el título de represalias. En
Atijo, provincia de Michoacán, se encargó el caudillo de reorganizarse, se
dedicó a reclutar gente como en los primeros días de la insurrección, con una
escolta de cien hombres. Hermenegildo Galeana cae prisionero y al enterarse
Morelos exclamó: “Acabaron mis dos brazos; ya no soy nada”. El Congreso se
reunía para para activar la conclusión del Código constitucional, que fue
sancionado en Apatzingán el 22 de octubre de 1914, firmándolo Morelos como
diputado por el nuevo reino de León, y también firmó el Acta de Independencia
el 24 de ese mes, siendo ya uno de los miembros el Poder Ejecutivo. Morelos
estaba privado de mandar soldados por la categoría que se le dio, fue
inutilizado por el Congreso el hombre que había presentado pruebas patentes de
aptitud en la campaña y que apenas daba señales de su actividad en medio de una
corporación deliberante, tomando el mando militar tan solo en circunstancias
determinadas. El Congreso huye de Puruarán al tenerse conocimientos que
Iturbide se preparaba para aprehenderlo, refugiándose Uruapam, el 29 de
septiembre vuelve a dispersarse dejando una Junta subalterna en la provincia de
Valladolid, para que en su ausencia ejerciera todos los poderes, formándola el
general Manuel Muñiz, el Lic. Ayala y los señores Dionisio
Rojas, José Pagola y Felipe Carbajal,
cuya Junta eligió a Taretán para residir.
La caída del caudillo.
Los realistas Manuel Villasana y el
coronel Manuel de la Concha persiguen a Morelos, quien cae prisionero entre el
4 y 5 de noviembre de 1815 en Temalaca, Puebla. El capitán de realistas de
Tepecoacuilco, Matías Carranco, quien antes había servido a las órdenes del
mismo Morelos fue quien lo alcanzó y al verle éste le dijo sin alterarse: “Sr.
Carranco, parece que nos conocemos”. La captura fue solemnizada en el campo
realista con aplausos y dianas, repitiéndose las muestras de entusiasmo donde
quiera que llegaba Manuel de la Concha. El prisionero fue llevado por Concha a
México, aunque Villasana le disputaba la gloria del combate; el virrey los
ascendió a ambos a coroneles, dio un distintivo a Carranco y gratificaciones a
la tropa; la marcha fue por Tepecoacuilco, llegando el reo el 21 a las cuatro
de la tarde a San Agustín de las Cuevas, cargado de grillos, entre los ultrajes
de una soldadesca desenfrenada y en medio del insultante regocijo de los
pueblos dominados por el fanatismo religioso, y entró a México en la madrugada
del 22, en cuyo mismo día comenzaron las actuaciones, estando nombrados con
anticipación los jueces por la jurisdicción unida, siéndolo por la real el
subdecano y auditor de la capitanía general Miguel Bataller, y por la
eclesiástica Félix Flores Alatorre, provisor del arzobispado; se le hizo saber
al reo, preso en las cárceles secretas de la Inquisición, que podía nombrar
defensor, y contestando que a nadie conocía le fue señalado por el provisor el
Lic. José María Quiles, abogado que no tenía la práctica del foro, y que aún
estaba en el Seminario, previniéndole los jueces presentara la defensa en la
mañana del 23.
Más grande que en ninguna otra
ocasión muéstrese Morelos al contestar los cargos que se le hicieron: a nadie
quiso culpar para salvarse, y ante la tumba mantuvo la dignidad y la firmeza;
al cargo de que había promovido la independencia y desconocido a Fernando VII,
contestó que, primero, no estaba Fernando en España, y que aunque hubiera
regresado, era motivo bastante para desconocerlo el que se hubiera puesto en
manos de Napoleón, entregándole la España como un rebaño de ovejas, y que había
corrompido su creencia religiosa; a los cargos sobre ejecuciones contestó que
él las había dispuesto todas, cumpliendo con las órdenes de la Junta de
Zitácuaro, del Congreso de Chilpancingo y en virtud de la ley de represalias;
no negó haber dado órdenes para quemar las poblaciones cercanas a las que
ocupaban las tropas del gobierno; se reconoció culpable de haber desatendido
las amonestaciones del Arzobispo de México Francisco Javier de Lizana, quien
emitió el Edicto en el cual se declaró válida y legítima la excomunión
decretada por el Obispo Manuel Abad y Queipo; dijo que consideró inválidas las
excomuniones lanzadas contra los insurgentes en cuanto a que a una Nación
independiente, como la consideraba con los que formaban su partido, no podían
imponerlas más que el Papa o un Concilio; sostuvo que no se había creído
obligado a obedecer a Sr. Abad y Queipo porque no lo consideraba Obispo, y los
males causados por la revolución los atribuyó a que en ésta siempre hay mucho
qué lamentar; pero que cuando él entró a ella no creyó que se causasen, y que
ya estaba dispuesto a ir a España a ponerse a las órdenes del rey o pasarse a
Nueva Orleans o Caracas; aseguró que durante la revolución se había abstenido
de decir misa considerándose irregular, y contestó a otros varios cargos aunque
no de grande importancia.
El defensor solamente pidió que no
se diera al reo pena capital y se manejó con talento aprovechando las disculpas
expuestas por Morelos, presentándolas como errores del procedimiento y aun se
apoyó con habilidad en el estado que guardaba España , manifestando que el
mismo Fernando desconocía lo que habían hecho las Cortes durante su ausencia y
que Morelos tampoco había querido reconocerlas , y concluyó ofreciendo en el
nombre del reo, que si se le concedía la vida manifestaría planes con los
cuales quedaría pacificado el país; esto y las instrucciones que dio al virrey
para la persecución de la guerra con buen resultado, y la intención que dijo
había tenido de separarse de la revolución para presentarse al rey, con los
pocos actos de debilidad de que dio pruebas Morelos durante su prisión, cuando
el aislamiento y el encierro habían debilitado algo su voluntad. El gobernador
de la Sala del Crimen y auditor de guerra Miguel Bataller remitió al arzobispo
Pedro José Fonte y Hernández Miravete la causa para que el reo fuera degradado
y se hiciera entrega de él, lo que el prelado rehusó alegando que también había
que imponerle las penas que mereciese, previo el conocimiento judicial del
delito; nombrando una Junta eclesiástica fue sentenciado Morelos a la privación
de todo beneficio, oficio y ejercicio de orden y a la degradación que había de
ejecutar el obispo de Oaxaca y luego entregaría el provisor al reo a la
autoridad secular designada anteriormente por el rey.
La Inquisición presentó el 27 de
septiembre en traje de escarnio a Morelos y le hizo veintitrés cargos reducidos
a los que ya habían hecho los comisionados de la jurisdicción unida, agregando
otros. Se le acusó de haber comulgado cuando se lo impedía la excomunión, que
no rezaba el oficio divino, que había enviado un hijo suyo a los Estados Unidos
para que se educase en los principios protestantes, y que había tenido conducta
relajada, a todo lo cual contestó con fuertes razones; no obstante las cuales
el tribunal lo consideró hereje formal
negativo, fautor de herejes, perseguidor y perturbador de las jerarquía eclesiástica, profanador de los Santos
Sacramentos, traidor a Dios, al rey y a la patria, y como a tal lo declaró
irregular para siempre, depuesto de todo oficio y beneficio, y lo condenó a
que asistiera a su auto en traje de penitente con sotanilla y vela verde, a que
hiciera confesión general y tomara ejercicios, y para el caso remoto de que se
le perdonara la vida, a una reclusión por todo el resto de ella en África, a
disposición del inquisidor general con obligación de rezar todos los viernes
del año, los salmos penitenciales y el rosario de la Virgen, fijándose en la
iglesia Catedral de México un sambenito como a hereje reconciliado. Los
diversos cargos fueron hechos por una junta compuesta de todos los teólogos
consultores, a la que asistió el comisionado del obispo de Michoacán. El auto
público y de Fe fue celebrado en el salón principal del tribunal por los dos
inquisidores Manuel de Flores y Matías Monteagudo, el Fiscal del Santo Oficio doctor
José Antonio Tirado y Flores, todos los demás ministros y cerca de trescientas
personas de lo más selecto de la sociedad mexicana. “Colocados todos por su
orden en sus respectivos lugares, los alcaides y secretarios del tribunal
sacaron a Morelos de la cárcel secreta por la puerta que anteriormente
comunicaba con el salón, vestido con una ropilla o sotana corta hasta la
rodilla, sin cuello y descubierta la cabeza en señal del penitente”. La
concurrencia acogió al reo con un murmullo de curiosidad impaciente, y sentado
Morelos en un banquillo sin respaldo frente al dosel del tribunal, uno de los
secretarios leyó el proceso que comprendía la confesión con cargos.
Terminada la lectura de la causa,
dispuso el inquisidor decano que el reo abjurara sus errores e hiciera la
protesta de fe, observando en la reconciliación el ceremonial de la iglesia,
recibiendo el prisionero de rodillas azotes con varas, dadas por los ministros
del tribunal, mientras se rezaba el Miserere,
y en seguida se dijo la misa rezada con asistencia del mismo reo. Luego se
procedió a la degradación teniendo que atravesar Morelos de un extremo a otro
de la sala con sambenito y vela verde, acompañándole algunos familiares del
Santo Oficio; bajos los ojos y con pasos mesurados se dirigió al altar, donde,
leída la sentencia por un secretario, se le revistió con los ornamentos
sacerdotales de que le despojó el obispo de Oaxaca, según el ceremonial de la
iglesia; aquél acto conmovió a todos y únicamente Morelos permaneció sereno, no
se inmutó y tan solo algunas lágrimas furtivas rodaron por sus mejilla, cuando
le restregaron las manos. Concluida la degradación, que por primera vez tenía
lugar en México, fue entregado al poder militar que consumó su obra. El coronel
Concha fue comisionado por el virrey para formar el proceso, siendo trasladado
a la Ciudadela, donde estuvo con grillos y centinelas de vista, custodiándole
doscientos soldados del regimiento de Tlaxcala; practicáronse varias
diligencias hasta el 1º de diciembre, a nadie comprometió Morelos, que sostuvo
siempre no haber hecho la guerra directa al rey, formó una minuciosa relación
de los hombres y recursos con que contaba la revolución y aun ofreció formar un
plan de las medidas que al gobierno le convendría tomar para la pacificación; se
le concedió el que hiciera ejercicios espirituales, formando capilla en la
pieza de su prisión, aplazando también al virrey darle la muerte hasta que se
sometieran los insurgentes y que aún hostilizaban al gobierno.
El auditor Bataller había pedido
desde el 28 de noviembre que el reo fuera fusilado por detrás como traidor al
rey, que se le amputara la cabeza para colocarla en la plaza de México, y la
mano derecha en Oaxaca, y que se le confiscaran los bienes. Hasta el 20 de
diciembre condenó el virrey a Morelos, de conformidad con el dictamen del
auditor, a la pena capital; pero atendiendo a ciertas consideraciones, dispuso
que la ejecución fuera en el exterior de la capital; y que no sufriera el
cuerpo amputación de ninguna clase, y entonces se dio un nuevo indulto sin
restricción alguna. El coronel De la
Concha intimó la sentencia al reo el 21 haciendo que la oyera de rodillas, e
hizo llamar al cura Guerrero y otros eclesiásticos para disponerlo a morir;
aunque se le dijo que la sentencia sería ejecutada a los tres días, ese jefe le
hizo poner en su coche el siguiente día 22 a las seis de la mañana, con el Pbro.
Salazar y un oficial, y escoltándolo la división de su mando tomaron el camino
de la villa de Guadalupe. Morelos iba
rezando diversas oraciones y es especial los salmos “Miserere y “De Profundis”
que sabía de memoria; su fervor se encendía en cada plazuela que atravesaban de
las varias que hay en el tránsito, creyendo que en algunas de ellas iba a
ejecutarse la sentencia, y manifestaba mucho deseo de padecer en este mundo,
temeroso de las penas del Purgatorio, aunque confiaba en la misericordia de
Dios que sus pecados habrían de ser perdonados. Al llegar a la villa de
Guadalupe, quiso ponerse de rodillas, lo que hizo no obstante el estorbárselo
los grillos, y habiéndose detenido el coche cerca de la capilla del Pocito,
Morelos dijo con serenidad al Pbro. Salazar: Aquí me van a sacar; vamos a morir. Aunque no era el lugar, pues
solamente se desayunó y siguieron hasta San Cristóbal Ecatepec, pueblecillo de
indígenas oculto entre montes de tierra salitrosa; ahí fue colocado en un
cuarto en donde se guardaba la paja y tomó una taza de caldo; rezaba los salmos
penitenciales, cuando el sonido de los tambores le anunció que estaban próximos
sus últimos momentos; reconciliado con el Pbro. Salazar, se quitó el capote que
llevaba, se vendó el mismo los ojos con un pañuelo blanco y atado los brazos
con los porta-fusiles de dos soldados
que lo conducían aumentando los grillos su dificultad para andar, fue llevado
al recinto exterior del edificio, y habiendo oído que el oficial que mandaba la
escolta, haciendo una señal en el suelo con la espada dijo a los soldados hínquenlo aquí, preguntó: ¿aquí me he de incar? Le contestó el
Pbro. Salazar sí, aquí; haga usted cuenta
que aquí fue nuestra redención, y puesto de rodillas y a la voz del oficial
atravesaron cuatro balas por la espalda
al hombre más extraordinario que tuvo nuestra revolución por la independencia,
y como todavía se movía y quejaba, otras cuatro balas acabaron de extinguir su
existencia quedando inmóvil en un lago de sangre. Levantado el cadáver por el Pbro. Salazar, le hizo vestir con el mismo
capote que Morelos se había quitado para el acto de la ejecución, y lo enterró
en la parroquia del mismo pueblo, a las cuatro de la tarde, en tanto que en
México se publicaba un indulto amplísimo concedido por el virrey, y varias
noticias favorables a los realistas que cobraron aliento, pues aunque la
reputación de Morelos había decaído después de las derrotas de Valladolid y
Puruarán, todavía no se había acabado la nombradía que ganara, como lo probaron
el ansia general de verlo y conocerlo y la importancia que dio el gobierno a
todos los incidentes del proceso. Tenía Morelos cuerpo pequeño, lleno de
carnes, rostro moreno, sus ojos eran de color oscuro y las cejas muy pobladas y
unidas, su mirada era viva y profunda; grave y sañudo su aspecto y de carácter
frío, no señalaba los aefectos de su alma ni aún se inmutaba en los lances más
difíciles de la vida. Modesto y de gran penetración, sabía conocer a los
hombres y emplearlos en los ejercicios para que eran aptos; reservado y astuto
no confiaba sus planes hasta el momento de ejecutarlos, y a faltas de grandes
conocimientos poseía ingenio, agudeza y muchas dotes naturales. Era ameno en su
conversación, salpicándola con chistes y cuentecillos graciosos.
Vivió y murió pobre; hubo una vez
que tuviera que vender sus vestidos para el pago de las tropas, y en la
revolución perdió los pocos bienes que le habían quedado. Apoyado en sus
convicciones marchó lentamente al logro de la independencia; seguro de que
estaba en su derecho al usar de represalias, fusilaba calculadamente a los
jefes realistas que caían en su poder, y firme en sus ideas religiosas se
presentaba con toda tranquilidad en el mayor peligro cuando se había dispuesto
como católico. En su escritura se reflejó su primera educación: redactaba de
una manera descuidada, usaba frases vulgares –comunes-, palabras de campesinos
y latinas, ponía textos de la Escritura en las banderas de sus tropas y daba
nombres de santos a los regimientos; su apetito se aumentaba en el peligro, muy
afecto a las pistolas llevaba siempre consigo varios pares de ellas, y
comúnmente usaba un pañuelo amarrado a la cabeza para evitar los dolores, o una
montera negra para resguardarse del aire. Fue hijo amante, hermano cariñoso y
cumplido patriota. Verificada la Independencia fue declarado benemérito de la
Patria y colocado sus restos mortales en la Catedral de México, al lado de los
de los otros héroes, que son nuestro doble orgullo. Actualmente sus restos reposan en el Mausoleo de la Columna de la Independencia.
Extracto del
libro: Los Gobernantes de México. José
María Morelos y Pavón.
Edit.
Citlaltépetl, Amar y Servir a Veracruz.
Autor:
Manuel Rivera Cambas.
Prólogo:
Leonardo Pasquel.
1964.
600
ejemplares.
Tacubaya,
México. D.F.
Recordémosles
siempre para no perder el precioso legado que nos dejaron y sirvan de modelo a
nuestro civismo, y de estímulo para imitarlos en cualquier caso de que nuestra
Patria se vea amenazada por los extranjeros. También cuando gobiernos y
funcionarios retrógradas trasgredan la Ley y los principio de nuestra
Constitución, cuando los bienes nacionales sean dilapidados y ofrecidos a los
extranjeros en perjuicio de la Nación. Recordémosles cuando los funcionarios se
entreguen a los intereses de trasnacionales. Recordémosles cuando los que están
en el gobierno y en el poder, apliquen la Ley a su conveniencia y agredan al
Pueblo.
sábado, 14 de febrero de 2015
jueves, 27 de noviembre de 2014
Sueños Sibilinos.
SUEÑOS DE REBELDIA DEL PUEBLO
Busca mi pueblo su triunfal victoria
realizada
en la ansiada redención,
en la
página azul de nuestra Historia
la justa
voz de la Revolución.
Busco en el alma el aliciente idioma
de este
pueblo sagrado que amo tanto,
y
contemplo angustioso que se asoma
su
sentimiento que se vuelve llanto.
Y le pregunto ¿Sientes Democracia?
¿están
contento Pueblo Mexicano?
y me
contesta ¡No! ¡No por desgracia!
¡todavía
soy esclavo del tirano!
Y pensativo queda en su letargo
anhelando
aquel “quince de septiembre”…
¡esa sí es
gloria! dice, ¡Pero amargo
el vano sacrificio de Noviembre!
Y vomitando su ansiedad histeria,
crispa sus
manos en su cara triste,
y parece
gritar ¡Cuanta miseria!
¡cuantos
injustos por gobierno diste!
Y me arrodillo ante dolor sublime
de este
Pueblo grandioso también mío,
y siento
dentro el alma cómo gime….
¡campo
desolador lleno de hastío!
Quisiera convertirme en un gigante
sin odio,
ni rencor que no me vicia,
pero
enérgico y fuerte ir adelante
e
interpretar fielmente la
Justicia.
Y grabar en el cielo soberano
el
perdurable anhelo de los parias,
¡y sentir
nuestro el suelo mexicano
ante las redenciones
proletarias.
Y sin poder articular palabra
me siento
superior al opresor,
y auguro
una proeza que se labra
en el
sentir estoico de un clamor….
JBL.
miércoles, 12 de noviembre de 2014
Carabina 30-30.
Fusil Winchester Mod. 1894.
Fue diseñado por John M. Browning (Winchester 94 ó Win 94), y se fabricó principalmente en calibres .30-30 Winchester. También conocido como 30-30.
Tipo: Fusil de palanca.
Lugar de origen: Estados Unidos.
Diseñador: John Moses Browning (1894).
Fabricante: Winchester Repeating Arms
Company.
Fecha de producción: 1894-2006.
Cantidad construida: Más de 7.500.000.
Peso: 3,1 kg. (6,8 lb). (37,8 in).
Longitud: 960 mm.
Longitud del cañón: 508 mm. (20 in).
Munición: 30-30 Winchester (disponible
otros calibres).
Calibre: 7,62 mm.
Sistema de disparo: Accionado por
palanca.
Velocidad inicial: 2,490 ft/s (759
m/s).
Alimentación: 6 ó 7 cartuchos en
cargador tubular bajo el cañón.
•El fusil Winchester fue el arma más
usada por lo rebeldes durante la Revolución Mexicana, por su destacado uso por
las tropas villistas y zapatistas se le compuso el afamado corrido “Carabina
30-30”.
•También utilizaron el fusil Winchester M1895, pistolas Colt M1900, calibre .38, revólveres Smith & Wesson calibres .32 y .38.
•El rifle Máuser M1895 calibre 7mm,
fabricado en Oviedo, España fue la primera arma usado por el ejército
porfirista.
•En 1902 Porfirio Díaz, firmó un
contrato de adquisición para lo rifles Máuser, con la fábrica de armas Deutche
Waffenund Munitions Fabrik (DWM) en Alemania. El modelo Máuser Mexicano modelo
M1902 fue fabricado por DWM en Berlín Alemania y por la fábrica de armas Steyr
en Austria.
•El rifle Máuser Mexicano modelo M1910
fue el primer rifle hecho en la Fábrica Nacional de Armas, durante el mandato
de Porfirio Díaz. El rifle Máuser Mexicano M1910 se fabricó en México con
tecnología y maquinaria Alemana, y bajo la supervisión de técnicos Alemanes.
•También se utilizaron armas de origen francés, inglés y estadounidense.
•Los magonistas que pretendieron tomar la municipalidad de Acayucan el 30 de septiembre del año 1906, utilizaron el Fusil "Springfiel" Mod. 1903, fabricado por la estadounidense "Springfield Armory", diseñada en el año 1902. El Partido Liberal Mexicano (PLM) las adquirieron en el estado de California, EE.UU.
•El emblemático rebelde sanjuaneño Santana Rodríguez Pérez, "Santanón", utilizó el Fusil Winchester Mod. 1894 (Carabina 30-30) y el Revólver calibre .44 Special S&W. Mod. 1857.
Corrido: Carabina 30-30
Carabinas 30-30
que los rebeldes portaban
y decían los maderistas
que con ellas no mataban.(2)
Con mi 30-30
me voy a marchar
a engrosar las filas de la rebelión,
si mi sangre piden mi sangre les doy
por los habitantes de nuestra nación.
Gritaba Francisco Villa
¿Dónde te hayas Argumedo?
porque no sales al frente
tú que nunca tienes miedo. (2)
Con mi 30-30
me voy a marchar
a engrosar las filas de la rebelión,
si mi sangre piden mi sangre les doy
por los habitantes de nuestra nación.
Ya nos vamos pa’ Chihuahua
ya se va tu negro santo
si me quebra alguna bala
ve a llorarme al camposanto.(2)
Con mi 30-30
me voy a marchar
a engrosar las filas de la rebelión,
si mi sangre piden mi sangre les doy
por los habitantes de nuestra nación.
El fusil de la imagen perteneció al comunista Hipólito Landero, fue el arma usada por los agraristas que combatieron la asonada militar en la región de Acayucan en abril del año 1929, encabezada por el Gral. Jesús M. Aguirre, entonces Jefe de Operaciones de la Zona militar de Veracruz y quien apoyaba al general José Gonzalo Escobar, sonorense que lanzó el Plan de "Hermosillo" en oposición al maximato: El inicio de las imposiciones e influencia de Plutarco Elías Calles.
Agraristas de la región de Acayucan con sus fusiles Win, Mod. 1894. |
martes, 5 de agosto de 2014
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